San Miguel es el primer día del mes de octubre y siempre ha sido un referente en el mundo agrario y en Villatuelda, pues marca la frontera entre el verano y otoño.
La meteorología suele darnos un último respiro antes de la llegada del frío, con el llamado veranillo de san Miguel, durante el cual podemos disfrutar de unos días de sol y buen tiempo. A partir de estas fechas, hay que guardar la ropa de verano y abrigarnos por las noches y a primeras horas del día; y si hasta ahora hemos dormido con una colcha o una manta ligera, ya tenemos que sacar los edredones del armario y arroparnos adecuadamente si no queremos pillar un resfriado.
Pasadas las vendimias que este año se han adelantado un poquito, pueden llegar algunos días con temperaturas agradables en las horas centrales, pues aún quedan por pasar los veranillos del membrillo que coincide con la maduración y recolección de esta fruta entorno a la Virgen del Pilar (12 de octubre); y el de San Martín (11 de noviembre), aunque este es mas discutible porque noviembre ya es frío y es difícil que haga tres días seguidos bueno.
Hemos entrado en octubre y dejamos atrás el variable mes de septiembre que combina los días de lluvias con bajadas de temperaturas y los soleados con temperaturas agradables. En este mes que comienza, llega de verdad el otoño con sus días cortos, temperaturas frías, caída de las hojas, y el encendido de las glorias y calefacciones.
¿Se llenará de veraneantes Villatuelda estos días, o seguirán los acordes de los tordos viajando con el viento y acompañando nuestra paz y tranquilidad?
Comentarios
Antonio
Vie, 03/10/2014 - 22:21
Al Campo
El pueblo no se llenará de gente, pero el campo está lleno de cuadrillas de vendimiadores. Hay que ir a los majuelos para ver gente. Ah, y con el tiempo tan bueno que hace en este veranillo, no se efrían los riñones. Viva San Miguel
jose Luis Martin Sanchez
Lun, 06/10/2014 - 09:32
PARÁLISIS TOTAL
Ese es el estado en el que me encuentro ahora mismo. Paralítico de todo el cuerpo. Como todos los años, he descubierto un montón de músculos que ni sabía que existian. Pero despues de la vendimia, me duelen todos. Pero absolutamente todos los músculos. Hoy al empezar a trabajar, es como si estuviera de vacaciones, en comparación al fin de semana. Al menos el vino ese de la chispa de los c.... está en marcha. Los dolores pasarán, y las porronadas harán olvidarse de la calamidad que supone una vendimia.
Sergio Garcia Perez
Mar, 07/10/2014 - 12:50
Veraneantes currantes
Los vereneantes han venido para currar, com es el caso de Jose Luis por ejempo y como han estado en el campo no se les habra visto el pelo ni por el bar, ni por las bodegas ni por el pueblo.
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