La semana santa se celebra, coincidiendo con la primera luna llena de primavera. O para ser más exactos, la pascua cristiana se celebra el primer domingo que sigue a la primera luna llena del equinoccio de primavera (21 de marzo). La celebración del domingo de resurrección fue determinada por el primer Concilio de Nicea en el año 325 y no es casual, pues Jesucristo murió un viernes con luna llena durante la pascua judía, que se celebra el día 15 del primer mes del calendario hebreo.
Pero este calendario es luni-solar y tienes variaciones significativas respecto a nuestro calendario solar, con lo cual el quinceavo día del mes de nisán, varía según los años. Lo que nos lleva a hacer una comparativa de ambos calendarios y buscar una fecha en que coincidan las siguientes variables: viernes, luna llena y pascua judía. Y los expertos señalan dos fechas: el 7 de abril del año 30 y el tres de abril del año 33.
Si esto es así, ¿Por qué no se acepta alguna de estas fechas? Sencillamente porque en el primer caso, Cristo habría espirado con 36 años, y en segundo con 39. Algo que choca con la creencia general de que Jesús murió con 33 años. Por lo que, además de la astrología debemos analizar los datos históricos y la tradición cristiana para llegar a una conclusión más o menos definitiva.
La tradición cristiana, basada en la Sagrada Escritura, sostiene que el hijo de Dios murió con 33 años y se fundamenta en el Evangelio de San Lucas (3, 23) donde se afirma que Jesús al empezar la vida pública tenía unos 30 años; y también en el evangelista San Juan que nos dice que el Mesías subió en tres ocasiones a Jerusalén para celebrar la Pascua. De aquí se desprende con cierta lógica que Jesucristo tenía unos 33 años cuando fue crucificado.
Pero los historiadores afirman que no se puede sostener la muerte de Cristo a los 33 años, porque los últimos datos hallados demuestran que el infanticida Herodes “el Grande”, rey de Judea cuando nació Jesús en Belén; murió el año 4 antes de nuestra era. Lo que indica que el monje matemático Dionisio el exiguo (siglo VI), no acertó al determinar el año cero de la era cristiana (anno Domini-año del Señor) y que el niño Dios nació el año 6 ó 5 a de C., pues Herodes mandó matar a los menores de dos años.
Si el dato anterior, le contrastamos con el hecho histórico documentado de que el romano Poncio Pilatos, prefecto de Judea que lavándose las manos condenó a muerte a Cristo, ocupó el cargo desde el año 29 al 37, resulta que Jesús falleció con una edad de entre 34 y 42 años, (29+5=34).
El análisis de todos los datos nos permite afirmar casi con certeza que Jesucristo espiró a las tres de la tarde (hora nona) del día 7 de abril del año 30 de nuestra era, a la edad de 36 años. La fecha del año 33 se aleja de la tradición cristiana, que aunque no tenga valor científico si lo tiene testimonial. Al fin y al cabo, es la comunidad cristiana quien celebra la resurrección del Hijo de Dios, al tercer día de haber sido crucificado, muerto y sepultado.
Antonio Adeliño Vélez
Comentarios
azucena
Mar, 03/04/2012 - 16:42
Pero que puesto estás en
Pero que puesto estás en el tema
Manuel
Jue, 05/04/2012 - 20:52
Se nota que Antonio tiene
Se nota que Antonio tiene cultura religiosa. Sobre el retablo: ha quedado muy bien; es el complemento que faltaba
tengo duda sobre el día d...
Mié, 27/03/2013 - 19:57
pero si jesús muriò un
pero si jesús muriò un viernes por qué resucita el domingo si se supone que son 3 días, ¿están seguros que murió el viernes?
Antonio
Mié, 27/03/2013 - 21:59
Jesus murio el viernes santo a las tres de la tarde
En ningún párrafo de la escritura se dice que estuviera tres días muerto. Se dice que resucitó al tercer día. Muere el viernes a las tres y se le coloca en un sepulcro antes de anochecer con prisas y sin cumplir los rituales prescritos en el judaismo. El sábado se celebra la pascua judía y todo está paralizado, es el día del gran descanso. Y el domingo (al tercer día) cuando se va a cumplir con lo prescrito para la sepultura en los rituales del judaismo, resulta que se encuentran la tumba vacía y la mortaja desinflada; sin desliar, desatar o romper las vendas que emvolvia el cuerpo. El que lo vió, creyó (Juan 20, 19) al recordar que habia dicho que resucitaría de entre los muertos al tercer dia. Espero que la explicación despeje las dudas.
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